Sí, Cannes es Cannes. Cannes es el festival más importante de la industria cinematográfica, el faro que –desde 1946– señala al mundo entero las películas imprescindibles, esas que dieron batalla para alcanzar el máximo galardón del festival y también aquellas que quedaron en carrera. Cannes es el esplendoroso sitio del sur de Francia en donde se escuchan los discursos emotivos y comprometidos que reflejan o adelantan un espíritu cultural de época. Y Cannes es, con su ajetreado y exclusivo cronograma de estrenos, charlas, fiestas y galas, la dueña de una de las alfombras rojas más influyentes del mundo de la moda. Durante cada uno de los diez días que dura el evento, actores, actrices, directores, celebrities, influencers e invitados de lujo de todo el planeta dan cátedra de estilo luciendo los mejores diseños de autor en los veinticuatro escalones más glamorosos que tiene el Palacio de Festivales, ubicado en La Croisette, el famoso paseo marítimo que tiene la ciudad. Y, al igual que en años anteriores, en esta 77ª edición, la avanzada argentina dejó su inconfundible sello de elegancia.