
Caos en los barrios: vecinos angustiados, árboles caídos, calles cortadas y autos destrozados
Un patrullero circula a baja velocidad por la calle Echeverría, en Belgrano. Antes de llegar a Melián, una mujer y su hija se acercan y lo frenan. “Tiene que venir alguien, estuvimos llamando p...
Un patrullero circula a baja velocidad por la calle Echeverría, en Belgrano. Antes de llegar a Melián, una mujer y su hija se acercan y lo frenan. “Tiene que venir alguien, estuvimos llamando pero no hubo caso. Está todo cortado”, le dice la mujer. El policía, sin bajarse del vehículo, le contesta: “Tiene que seguir llamando al 103 (Defensa Civil) hasta que venga. Yo estoy dando vueltas desde las 8 y no vi a nadie de poda aún”.
La mujer que estaba con la nena se refería a la calle Melián, que entre Sucre y La Pampa, a solo una cuadra de allí, estaba completamente cortada por troncos y ramas de las tipas que generan el famoso túnel de árboles de la avenida.
Los vecinos de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano amanecieron con las calles hechas un caos por el temporal que se desató durante la madrugada. Calles cortadas, árboles caídos sobre calles y veredas, otros por caerse, postes de alumbrado público destrozados, cables a la altura de la calle y carteles y marquesinas que se desprendieron durante la noche.
Para las 9 de la mañana ya se habían registrado 544 incidentes relacionados con el viento. ¿Los barrios más afectados? Villa Devoto, Villa del Parque, Palermo, Villa Urquiza y Villa Pueyrredon. En ese orden.
Loreto Torres caminaba por las calles Fray María de Oro, en Palermo, en medio del caos que había dejado el vendaval. Es chilena, vive en Las Flores, en la provincia, y está de visita en las ciudad. “Me despertó la tormenta como a las 3.30. En mi habitación, la ventana justo da hacia la calle y realmente fue como un huracán. Fue muy intespestivo, y tremendos los golpes del viento en el ventanal. Duró como unos 15 o 20 minutos, fue muy fuerte. Luego ya empezó la lluvia. Sonó la alarma del edificio y no me moví porque soy chilena: siempre pienso que puede haber un terremoto”, contó.
Ahí cerca, de las cinco manos que tiene la calle intendente Bullrich, en todo el corredor entre Santa Fe y Libertador, solo se podía circular por dos carriles, los centrales, porque los otros estaban cubiertos de ramas. Jesica, de 60 años, que es de Las Flores, provincia de Buenos Aires, y está de visita en el ciudad, se bajó de un colectivo y empezó a juntar las ramas para despejar la calle. “Está muy peligroso entonces me bajé para ayudar un poco”, contó.
En Belgrano, un chat de vecinos ardía desde temprano comentando los incidentes del barrio. Uno de los casos que se hablaba era el de Silvia, una vecina que vive sobre la calle Mendoza que pedía por favor que insistieran al 103 porque cayó un árbol en la puerta de la casa y no puede salir de adentro: estaba completamente bloqueada.
Las Cañitas era la zona más afectada de Palermo. Los vecinos mismos se ocupaban de remover las ramas y de tapar los sumideros cuando, otra vez, se escucharon los truenos y volvió la tormenta. Prácticamente no se veían cuadrillas de Defensa Civil en la zona. Sobre Jorge Newbery, casi llegando a Luis María Campos, por ejemplo, un árbol cortaba completamente la calle de lado a lado.
En Dorrego, entre Huergo y Libertador, al costado de la vía, los árboles tapaban casi por completo la calzada. Recién había llegado una camioneta de tránsito del Gobierno de la Ciudad para tratar de ordenar un poco. Mientras tanto, los propios vecinos se ocupaban de sacar las ramas de alrededor de sus vehículos.
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