
El Gobierno confía en la aprobación de la ley ómnibus a pesar de los planteos de los gobernadores
En la Casa Rosada había anoche expectativa y satisfacción ante lo que consideraban una inminente definición alrededor de...
En la Casa Rosada había anoche expectativa y satisfacción ante lo que consideraban una inminente definición alrededor de la ley ómnibus, enviada al Congreso de la Nación a comienzos de este año. Considerada una “herramienta fundamental” para la administración del presidente, Javier Milei, la ley podría tratarse de acuerdo con fuentes gubernamentales, este jueves en el recinto.
La sensación de optimismo se mantenía incluso aún al final de la jornada, pese a un zoom que mantuvo el titular de Interior y negociador por parte del Gobierno, Guillermo Francos, con los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC), que volvieron a mostrar objeciones. El diálogo, de todos modos, sigue abierto.
Todo fue en el final de una jornada que empezó cuando la oposición dialoguista recibió el texto con cambios y modificaciones hechas durante el fin de semana, tras el acercamiento que hubo el jueves por la noche. Fue cuando el mandatario volvía de Davos, Suiza, y en el Congreso se daba el primer intercambio cara a cara entre las partes. Participaban, entre otros, Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados; el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo. Del otro lado estaban: Pro, UCR; Coalición Cívica y Hacemos Coalición Federal.
Tras la larga jornada y el zoom encabezado por Francos llegó la confirmación de que esta mañana los presidentes de las comisiones convocaron al plenario a las 18 para dictaminar. “El gobierno espera que acepten porque son las herramientas que necesita para enfrentar las emergencias del país”, completó.
“Estamos cerca”“Está todo prácticamente cerrado”, “nos falta un poquito”, “estamos cerca”, “me parece que ya está cerrado todo. Se vota jueves. La expectativa es muy buena”, eran solo algunas de las frases que se repetían en las últimas horas en una Casa Rosada que sobre el final de la jornada anunció el envío, este martes, del impuesto a las Ganancias. Se trata de su principal carta de negociación con los gobernadores, de quienes necesitan buena parte de los votos en juego en el Parlamento, siendo que le hará contrapeso el rechazo de Unión por la Patria (UP) y las bancadas de izquierda. El anuncio de los cambios en Ganancias, que alcanzaría a unos 800 mil trabajadores, se da en plena tensión con los gremios por el paro general anunciado por la CGT para este miércoles. Un hecho que no pasa desapercibido en momentos en que el Gobierno busca mostrar su muñeca política. Se supo también, minutos antes, de que comenzara la reunión con los mandatarios provinciales que Francos encabezó desde la planta baja de Casa Rosada.
En el oficialismo consideraron correcta la estrategia para negociar el proyecto de ley. “Si no se empezaba duros e intransigentes, esto terminaba en cualquier cosa”, explicaban en referencia al doble juego desplegado desde Casa Rosada, en el que el Presidente se mostró inamovible mientras de dos de sus principales espadas políticas, Francos y Menem, mostraban diálogo con las partes y se abrían a negociar con los diferentes sectores de la oposición dialoguista. A ese tándem fue que se sumó el asesor y hombre de suma confianza del mandatario, Santiago Caputo. La presencia de este último fue decisiva para que la oposición interpretara que la contraoferta venía del despacho principal de Casa Rosada. La oposición no lo dudó: “Caputo es Milei”.
Fue entonces cuando el Gobierno más cedió a los pedidos de la oposición y a partir de lo cual empezó a trabajar, sobre todo este fin de semana, en la versión final del texto que ayer llegó a manos de los legisladores. ”Se trabajó juntos para establecer los cambios, ahora no pueden decir otra cosa”, decían confiados cerca de Milei.