Lo que hicieron con el dolor
Hola y buen día a la newsletter de Comunidad. Te propongo que escuches estas dos frases y después te explico:—Solo se...
Hola y buen día a la newsletter de Comunidad. Te propongo que escuches estas dos frases y después te explico:
—Solo sentía dolor y ese dolor se hizo más fuerte ese día de lluvia, cuando nadie me veía. Era como si yo no existiese.
—Cuando estaba encerrado, lo único que daba vueltas por mi cabeza era mi propia muerte.
Hoy te voy a hablar de dos personas que resignificaron un pasado doloroso en algo muy luminoso.
El primero es Rubén Maidana, una persona que vivió 10 meses en la calle, en una esquina de Floresta. Fue justo después de que su mundo se desmoronara por completo: su mujer y su hija murieron en un accidente de tránsito y él, acorralado por un dolor inimaginable, renunció a su trabajo. “Creo que de no haber conocido a Malena, hoy seguiría en la calle”, le contó a Paula Soler hace unos días.
Malena es Malena Fama, una mujer de 39 años que fundó Multipolar, una ONG que ayuda a las personas en situación de calle a conseguir un trabajo. De su mano, Rubén, que tiene 36, pudo salir de la calle, consiguió trabajo y logró alquilar un lugar para vivir.
Pero escuchá cómo sigue su historia: Rubén, que trabaja en Andreani, ahora ayuda a que Malena pueda ayudar a otras personas que están en la situación por la que él pasó y lo hace de una manera muy significativa: es el principal donante. Rigurosamente, cada mes le transfiere 100.000 pesos de su sueldo a Multipolar.
Su historia es impregnada de resiliencia. Te recomiendo que leas su historia completa (y la de Malena) en este link.Mirá a Rubén y Malena en una foto reciente:
Te recuerdo la otra frase de la que te hablé al principio:
—Cuando estaba encerrado, lo único que daba vueltas por mi cabeza era mi propia muerte.
Eso pensó Jorge Capalbi cuando estuvo preso. Pasó 10 años en la cárcel por una serie de robos. Pero su manera de ver el mundo cambió cuando recuperó la libertad. Lo que más le costó fue conseguir trabajo. Mirá le que le explicó a Jazmín Lell: “La persona que está presa tiene una imagen distorsionada de lo que va a ser la calle cuando salga. Es tanta la emoción por recuperar la libertad que se imagina que lo van a estar esperando con abrazos, con los brazos abiertos y con trabajo, pero es totalmente distinto. Además de que la vida de todos, menos la tuya, siguió, si no te ponés firme, lo primero que vas a hacer es volver a delinquir”.
A Jorge, que tiene 41 años, le costó reinsertarse en el mundo laboral. Hasta que tuvo la idea y la ayuda de su pareja para poner una hamburguesería. El negocio fue un éxito. Se volvió un furor en CABA: vende 12 mil sándwiches por mes. Lo más maravilloso es el giro que tuvo su emprendimiento: emplea expresos y personas en situación de calle.
—Quiero que mi local y yo seamos una herramienta para que puedan salir adelante. Robar nunca te da nada. Al contrario, te lo quita todo.
Si querés leer su historia completa, acá tenés el enlace para entrar y sumergirte en su historia de resiliencia.Acá te presento a Rubén, trabajando en su local de Parque Avellaneda:
Eso es todo por hoy. Espero que tengas un gran fin de semana.
Saludos,
Javier
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/newsletters/comunidad/lo-que-hicieron-con-el-dolor-nid07122024/