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Luciana Salazar: romances con empresarios, un cantante y las idas y vueltas con Martín Redrado, “de chica amaba más”

Mucho se habla sobre los romances de Luciana Salazar, aunque ella evita referirse a los hombres que la acompañan; le gusta el misterio. Hasta Susana Giménez se enojó hace algunos años en su pro...

Mucho se habla sobre los romances de Luciana Salazar, aunque ella evita referirse a los hombres que la acompañan; le gusta el misterio. Hasta Susana Giménez se enojó hace algunos años en su programa cuando le preguntó si estaba enamorada y Luli respondió: “Estoy muy bien”. La conductora quiso saber más: “Siempre me decís lo mismo, pero yo quiero que me cuentes algo”. No le contó otra cosa más que se había enamorado varias veces. “Tuve varios grandes amores. De muy chica me enamoré de un muchacho y en mi adolescencia tuve dos grandes amores: uno duró cinco años, el otro tres. Y con uno de ellos estuve a punto de casarme. De más grande hubo amores importantes, pero siento que de chica amaba con más profundidad… Era otro tipo de amor. El gran amor de mi vida está por llegar. El día que encuentre a esa persona que me deslumbre, que quiera formar o ensamblar una familia, ese será finalmente el gran amor de mi vida”, le dijo, enigmática. Y Susana quedó un poco más conforme.

Su relación más duradera y mediática fue con el economista Martín Redrado, con quien entre idas y vueltas estuvo ocho años, desde el 2010 hasta el 2018. En el medio, en 2017 nació Matilda de un vientre subrogado y aunque hubo muchas sospechas sobre el padre de la pequeña, finalmente quedó en claro que no es Redrado, a pesar que desde la separación tienen una interminable batalla legal por la cuota alimentaria.

Su última pareja fue Andrés Prieto, un abogado de perfil muy bajo y diez años menos que ella, a quien conoció el verano pasado en un evento exclusivo en Punta del Este. Se los vio juntos varias veces, pero ella no habla sobre él. Al menos todavía.

Los primeros amores

Alguna vez Luli contó en PH Podemos hablar, en Telefe, que su primer amor fue uno de sus primos. “Luis Ortega fue mi primer gran amor, que duró entre los cinco y los 16 años; yo experimentaba con mi primo”. Y también confesó que su primera vez fue con su segundo novio: “Fue en el campo y estuvo todo preparado por mí porque quería que fuera especial. Me puse portaligas y todo“.

Otra relación que tuvo Luciana fue con Manuel Maximino, un economista a quien conoció en un partido de polo en Buenos Aires. Fue en 2015, en una de las tantas separaciones que tuvo con Martín Redrado. Él vive desde hace años en Nueva York, pero estaba de paso en nuestro país y se alojaba en el Four Seasons. Varias veces se la vio a ella por allí, y se supo que ese verano él le mandó flores al teatro de Carlos Paz en el que ella hacía temporada de verano. “Lo conocí en un evento de polo. Juega al polo, pero es economista. Y me envió muchas flores al teatro. Nos estamos conociendo, no estoy de novia”, le dijo a Mirtha Legrand en ese momento. “Es muy buen mozo, no tiene hijos y estuvo casado con la modelo Mili Schmoll”, aclaró. La historia duró poco porque Luli se reconcilió con Redrado.

También tuvo un affaire con Facundo Moyano y se los vio frecuentar la zona de Puerto Madero durante algunos meses. Y hasta se habló de un fugaz romance con Máximo Kirchner. Sin embargo, ella nunca blanqueó nada. Y tampoco ellos.

En 2019, ya separada definitivamente de Redrado, hubo rumores sobre una relación con Gil Dezer, conocido por negocios inmobiliarios en Miami, y amigo personal de Donald Trump. Otro empresario con el que tuvo un fugaz romance fue con Marcelo Aun, que vive en los Estados Unidos desde hace muchos años. Yanina Latorre contó en ese momento que “es un señor que está muy bien y tiene entre 50 y 60 años. Le regala los aéreos cuando Luciana va a Miami, y tiene muchos departamentos allá. El otro día fueron a comer a un lugar, con Matilda. El señor está enamoradísimo. Ella le pidió convivir los fines de semana y él, para festejar, mandó flores a todas las mesas. Salazar nunca habló de Aun pero sí lo hizo Marcelo Polino, que es íntimo de ella y además el padrino de Matilda. “No voy a decir nada, pero el año pasado se perdieron uno que era una bomba. No puedo hablar más… Jamás diría nada de los novios de Luli porque es mi familia, y sabe esconder todo muy bien… “, contó en Radio Mitre. “Puedo agregar que es una persona que está muy bien económicamente, tiene la vida resuelta”.

Luli tampoco dijo nada sobre sus encuentros con Matías Pellegrini, un futbolista que en ese momento tenía 21 años y jugaba en Miami. Se los vio juntos varias veces en uno de sus viajes a los estados Unidos, pero todo quedó ahí.

Luismi, un solo corazón

Salazar también tuvo un romance con Luis Miguel, en una de las tantas visitas del cantante mexicano a nuestro país. Se conocieron en una cena que organizó Marley. “Éramos un grupo grande. Me acuerdo que hubo una charla antes porque él estaba en el Conrad, terminando de hacer un recital. Entonces él estaba en Uruguay, nosotros estábamos en Buenos Aires, y antes nos juntamos y hablamos de lo bueno que estaba. Y yo fui la única que dije que realmente me gustaba… A todas las demás supuestamente no les gustaba. Cuando llegó Luis Miguel todas se le fueron encima, yo fui la única que se quedó atrás. Es muy anfitrión, le encanta hablar, le dedicó tiempo a todo el mundo, se sentaba, te charlaba. De él no te habla mucho… le gusta saber más de vos, de tu vida, cómo la estás pasando. Quiere que la pases increíble, manda a pedir todo lo que te gusta. Éramos muchos ese día… Mucha gente. Fue lindo conocerlo, y quedé con una buena relación con él”, contó hace algunos años en Cortá por Lozano, en Telefe.

Lo que no detalló es que se vieron en varias oportunidades después y también en otros viajes. Hace un tiempo Flor de la V contó en Intrusos, por América, algunas infidencias que Luli le había confesado sobre el Sol de México: “Me contó que se depila…. Y que está todo perfumado”.

Una relación compleja

A Martín Redrado lo conoció en 2010, gracias a una amiga en común que hizo de Celestina. El flechazo fue inmediato, a pesar de los 20 años de diferencia; por entonces ella tenía 30 y él, 50. Fue una relación muy apasionada y con muchas crisis. La primera fue al año de estar juntos; estuvieron separados seis meses y contaron su reconciliación en redes sociales. Para festejar hicieron un viaje a Europa. Por ese entonces le dieron una nota a Revista Hola: “Fue duro. Cuando Martín me llamó y quiso verme, y no le dije que sí enseguida. Yo estaba un poco a la defensiva porque no quería volver a enroscarme con algo que podía terminar igual o peor. Necesitaba la seguridad de que no iba a ser lo mismo de antes, así que cambiamos muchas cosas. Lo curioso es que, cuando volvimos a estar juntos ninguno notó el paso del tiempo, no sentimos que habíamos estado seis meses separados… Compartimos buenos momentos y, cuando no estamos juntos, nos extrañamos. Incluso para él hay muchas cosas que son nuevas, como que yo lo acompañe en sus viajes de trabajo por el mundo. Si bien mientras viajamos sigo con mi rutina, entreno y tomo mis clases por internet, también disfruto de estar para él cuando vuelve. En ese sentido soy muy geisha: me gusta que el hombre esté bien, cuidarlo y mimarlo”. Y sobre la diferencia de edad decía: “no lo noto, ni me doy cuenta. Para mí él está espléndido y, por su forma de vivir, no siento que sea mayor que yo”. También se refirió a la posibilidad de armar una familia juntos: “a veces planteo el tema, pero lo hago más como un chiste. Es una fantasía. No muy próxima todavía, pero bueno, uno nunca sabe”.

En otra de las separaciones, en 2015, él tuvo una historia con Amalia Granata, pero unos meses después volvieron a estar juntos. Dos años más tarde nació Matilda, de vientre subrogado y donante anónimo. Para entonces ya habían superado varias crisis y se hablaba de otra. Se separaron al año en medio de un escándalo y cruces judiciales que todavía no se resuelven. En ese momento ella aseguró que “debía apartarme por lo que generaría el embarazo en su entorno privado y en el público. Él es demasiado conservador como para cargar el hecho de tener una mujer que espera un hijo que no es suyo. Fue terrible para ambos, sabía que el fin estaba cerca. Tenía que separarme para ser una mamá feliz”.

Marcelo Polino confesó que Luli y Redrado habían perdido varios embarazos por un tema de salud. “Desde que yo la conozco lo único que quería era ser madre, y encontró esta posibilidad de concretar su deseo. Hubo intentos de ser padres con Redrado, pero no prosperaron y Martín la acompañó en ese proceso hasta que llegó un punto en el que él no deseaba participar y ella siguió adelante”.

En los últimos años se agudizaron los reclamos judiciales y también personales, porque Salazar dijo que Redrado había tenido contacto con Matilda los primeros años pero después se había “borrado”. “La vino a visitar hasta que ella cumplió tres años y nunca más. A veces recuerdo cómo era la vida cuando estábamos en pareja y, realmente, él era muy pegado a mi hija . Después desapareció”, dijo Salazar en varios programas hace unos años.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/luciana-salazar-romances-con-empresarios-un-cantante-y-las-idas-y-vueltas-con-martin-redrado-de-nid24092025/

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