El caso del cubano que tuvo que autodeportarse y dejar a su familia en Estados Unidos: “Espero poder regresar pronto”
Deivy Alemán Oropesa, ...
Deivy Alemán Oropesa, un migrante cubano de 40 años, se vio obligado a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) le dio un plazo de 14 días para que abandonara Estados Unidos y no tuvo más opción que autodeportarse. Está casado con una ciudadana y es padre de una niña de dos años nacida en ese país.
El ultimátum del ICE y la decisión de autodeportarse a CubaEl hombre entró de manera irregular a Estados Unidos y, según informó Univision, tenía una orden de deportación pendiente desde hace siete años. Está casado con Yisel Miguel Sarduy y es padre de una niña de dos años, ambas ciudadanas estadounidenses, por lo que esperaban que pudiera regularizar su estatus.
La mujer le contó a Telemundo que Deivy no tenía antecedentes penales y que trabajaba como chofer de la aplicación Uber. “No tiene riesgo criminal y lleva siete años haciendo las cosas bien”, remarcó.
Por ello, cuando semanas atrás el migrante se presentó a una cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) el mundo se les vino abajo. Las autoridades le colocaron un grillete electrónico y le dieron un ultimátum para que dejara el país en un plazo de 14 días.
Sin más alternativas, Deivy tomó la drástica decisión de autodeportarse. Lo hizo para evitar ser expulsado, lo que implicaría no poder volver a ingresar a Estados Unidos con su familia por muchos años.
Este fin de semana, el migrante se fue con su esposa y su hija Keira -de dos años y con una grave condición de salud- al aeropuerto. Se despidió de ellas y tomó un avión rumbo a La Habana.
Los minutos previos a su partida fueron desgarradores. “Nunca imaginé tener este boleto en la mano, prácticamente me quedo en la calle porque yo aquí no tengo forma de pagar la renta, las facturas, de cuidar a la niña y de mantenerla”, contó Yisel a Telemundo. Y agregó que el golpe de la separación familiar también será muy duro para la niña: “Ella va a extrañar y necesitar a su papá mucho”.
La salud de su hija como prioridadKeira, la hija de la pareja, tiene una grave condición de salud. Ya fue operada del corazón y todavía necesita regresar al quirófano. “Su primera cirugía fue bien difícil para los dos”, contó Deivy al medio citado. Su mayor deseo es poder estar presente en la vida de su hija y ocuparse de que reciba el tratamiento médico que precisa.
El padre insistió en que su único objetivo estar junto a su esposa y la pequeña. “Yo lo que quiero es estar aquí y cuidar a mi familia, poder acompañar a mi niña en la próxima cirugía”, resaltó.
Por ello, antes de tomar el avión rumbo a la isla, expresó su máximo deseo: “Espero que llegue la petición (hecha por su esposa estadounidense) y poder regresar pronto”.
Mientras tanto, Yisel quedó en Florida al cuidado de la pequeña sin recursos suficientes. Reclamó públicamente que las autoridades aprueben la petición de familiar extranjero, que ya presentó ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés), para que su marido pueda volver al país norteamericano con ellas.
Este formulario del Uscis se utiliza para iniciar el proceso de solicitud de residencia permanente para un familiar extranjero. Los patrocinadores deben ser ciudadanos estadounidenses, como es el caso de Yisel, o titulares de una green card. “Solamente pido que me ayuden a aprobar el I-130 y que pueda estar de regreso lo antes posible”, concluyó.