San Sebastián: Belén tuvo una gala soñada, una fiesta bien argentina y los nervios previos a la gran elección
SAN SEBASTIÁN.- Suena “El gordo” de Marilina Bertoldi y Dolores Fonzi y sus chicas hacen su ingreso a puro baile, arenga y actitud a la alfombra roja del Festival de Cine de San Sebastián. Es...
SAN SEBASTIÁN.- Suena “El gordo” de Marilina Bertoldi y Dolores Fonzi y sus chicas hacen su ingreso a puro baile, arenga y actitud a la alfombra roja del Festival de Cine de San Sebastián. Es el comienzo del final de una larga jornada que empezó con una proyección de Belén para la prensa y está terminando con la gala de la película en la imponente sala principal abarrotada de 1800 personas y una fiesta con sorpresa incluida.
Posa Julieta Cardinali, bellísima mostrando todo su charme, posa la directora y actriz Fonzi, muy elegante, de blanco. Posa Camila Plaate, la Belén de la ficción y posa Laura Paredes, quien debió soportar todo el rigor de los vuelos cancelados y reprogramados para finalmente estar aquí esta noche otoñal y con lloviznas.
La última y más decisiva proyección del segundo largometraje de Fonzi, producido por Amazon MGM Studios y K&S y estrenado en Argentina el jueves último, concluye con una larga ovación de seis minutos y otros tres minutos más cuando las actrices dejan la sala, bajan por una larga escalinata y son escoltadas por un público muy conmovido por la historia del film.
Belén narra en un tono justo -incluso apela al humor para hacer más llevaderos algunos pasajes- el sufrimiento de una joven tucumana que llega a una guardia médica en compañía de su madre con fuertes dolores abdominales. Lo que es el comienzo de un aborto espontáneo por un embarazo que ni la joven sabía que estaba cursando termina con su detención, un juicio que tiene poco y nada de ser justo y el cruce providencial entre la víctima y una abogada que la va a defender con uñas, dientes, temperamento y con el apoyo de la comunidad.
Al borde la 1 de la madrugada y con las actrices una vez más en la alfombra roja, pero esta vez intercambiando risas y comentarios con el público, incuso aplaudiéndolo, varios de los invitados a la exclusiva fiesta de la película que corona este día intenso empiezan a unir las tres cuadras que separan el Kursaal, la sede principal del festival, de un piano bar. Allí, las protagonistas, productores y actores de los otros dos films argentinos en competencia (27 noches y Las corrientes) charlan, beben y “pican” algo a la espera de un show sorpresa.
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Ni bien asoma Fito Páez y va directo al piano las charlas se detienen, Dolores Fonzi y Julieta Cardinali se acercan a él y todos nos reunimos en un semicírculo perfecto.
Las copas dejan lugar a los celulares, que intentan filmarlo todo a un distancia “imposible”: nadie está a más de tres metros del músico. Por allí también andan Daniel Hendler, a quien cruzamos temprano con el infaltable mate y termo bajo el brazo, Esteban Bigliardi (coprotagonista de Las corrientes, de Milagros Mumenthaler) y Axel Kuschevatzky.
“Es una película necesaria y son esas ideas que hay que volver a comunicar en estos tiempos tan violentos”, dispara el rosarino y se dispone a cantarnos algunos de los himnos que musicalizan nuestros recuerdos. “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, “11 y 6″, “Canción para mi muerte”, de Sui Generis; “A rodar la vida”, el tango de Cobián y Cadícamo “Los mareados” y “Al lado del camino”, entre otros, suenan en esta noche donostiarra regada de vino, gin tonic, sonrisas, miradas cómplices y el desahogo que provoca haber terminado de la mejor manera una jornada clave para el devenir de la película.
Este miércoles a las 18 de Argentina y 23 de España, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de nuestro país dará a conocer qué film nos representará en las instancias preliminares del Oscar. Arranca así otra jornada de sueños, entrevistas y más compromisos tanto para Belén como para los demás films en competencia y secciones paralelas en San Sebastián.